Volviendo al tema de desnudar mi persona frente a quien sea que me lea, yo y mis 65 kilos (sí, acabo de hacer de dominio popular mi sobre peso y ¿qué?) estamos muy perturbados porque últimamente en todos lados veo que la gente corre... hacia dónde, de qué, porqué... no lo sé, pero es un hecho comprobable que la moda estos días consiste en estar fit, como dice mi hermana.
He de confesar que lo intenté un par de ocasiones pero anatómicamente soy no apta para hacerlo, mis tobillos chocan, no sé respirar, me duelen las plantas de los pies.. como sea, no se me da correr. Pero como últimamente necesito aferrarme a algo que me genere seguridad, la verdad es que caí en la onda fitness y voy al gimnasio a pararme unas jodas de terror (aunque mi entrenador diga lo contrario). Honestamente ya le estoy tomando el gusto, y más allá de la emoción de compartir los aparatos sudados con mucha gente, el vapor con personas de la tercera edad que tienen cierta afición por untarse exfoliantes florales, señoras que en el vestidor no conocen la palabra recato... la verdad es que es un lugar muy pintoresco. Por ejemplo hay un grupo de individuos a quienes la hipertrofia muscular les ha llegado a inflamar un poco las membranas cerebrales de tal manera que les impide actuar de forma decente dentro de la sociedad, en un espacio en el que da la impresión que se sienten reyes, como si ellos fueran el camino a seguir por tener músculos inflados que desde mi particular forma de ver las cosas el físico queda en segundo plano siempre y más cuando deja mucho que desear la manera en la que su comportamiento de pavorreales les limita la educación con el resto de la gente con la que comparten un área.
Mi problema no radica en ellos como personas debo aclarar, sé que los estoy prejuzgando, no he tenido el placer de entablar una conversación con ninguno, en realidad mi problema es la necesidad de llamar la atención a base de pujidos cavernarios y la manera en la que todo el tiempo juegan a lo que suelo llamar "medir el miembro más grande" expresión que utilizo cuando un grupo de machos compite de manera absurda por demostrar hombría. Lo cual me perturba en niveles ridículos, es algo más fuerte que yo, que me desquicia. Quizá esta alteración sólo sea parte de mi intolerancia de estos días... es altamente posible, no lo sé con exactitud, últimamente estoy descubriendo cosas que no sabía me molestaban tanto. Como sea, la verdad es que aunque dudo algún día emocionarme al encontrarlos, me dan material para escribir, cosa que les agradezco infinitamente.
Y aun a pesar de mi ineptitud corredora hice una apuesta con Panda, mi mejor compañero de fiesta, amigo, primo y personaje a quien amo con toda mi alma, que le ganaría una carrera de 5 km... ¿por qué? lo desconozco, sé que tengo toda la desventaja en mi contra, que él entrena con frecuencia, y sobre todo SABE correr, pero confío en que mi infinito orgullo me va a dar el empuje que necesito para ganar y así demostrarme que sí puedo correr, que ha valido la pena tanto esfuerzo y así acumular otra pequeña victoria.
Como sea espero pronto ver resultados y que esos 65 kilos de puro poder se reduzcan por lo menos un 12% antes de que pierda la razón. Y para una persona que gran parte de su vida vivió con ligeros problemas de sobre peso ya debería estar acostumbrada a cargar un poco de más. Aunque debo confesar que creo debería estar agradecida porque gracias a esa gran pancita que tenía en la infancia, logré desarrollar ciertas características de mi persona que hoy me definen. Por ejemplo, aprendí a reírme de mi antes de que alguien más lo hiciera... habilidad que me permite sobrellevar muchas críticas que sin querer te encuentras en el camino. Aprendí a ser una persona empática porque por alguna razón los niños gorditos provocan ternura (no siempre, aunque en mi caso así fue) entonces la gente se tornaba bastante amable en mi presencia porque no representaba una amenaza. Entonces la verdad es que no me fue tan mal teniendo más cachetes que la mayoría, el problema se volvió una vez que conocí la delgadez... y entonces comencé a traicionar mis ideales de no ejercicio, que toda la vida pregoné...
El punto es que no lo hay y solamente sigo buscando equilibrio... y después de un par de semanas, la balanza comienza a tener más forma.
Buenas noches.
Nuria
:D No soy el más fanático de correr, creo que mis actividades físicas preferidas son de menor impacto, de ahí que en algún momento de mi vida decidiera probar y disfrutar el yoga.
ResponderEliminarSin embargo, leyendo tu post me imaginé corriendo, y aunque soy en ese sentido igual que tu me pregunte lo mismo, a dónde correría? y me vino algo a la mente que tal vez te ayude en tu carrera.....
No corras hacia ningún lado, mejor enfócate en sentir, en sentir cómo se mueven tus piernas, en sentir el golpeteo de tus pies contra el piso, siente el viento en tu cara, escucha los ruidos que se quedan atrás y los que están adelante, y sobre todo date la oportunidad de sentirte ligera y veloz.
Es posible que así, no llegues a ningún lado pero que la experiencia de correr adquiera un significado distinto, que sólo podrás entender si vives el momento, sin esperar llegar.....
Te quiero Nuri!!!!
Aquí aplican todos los slogans de marcas deportivas: just do it, impossible is nothing, play hard, respect all fear none y mi favorito "porqué no?" Bueno el ganador de la super carrera invita las alitas y las chelas o que? Sigue corriendo, a algún lugar tendrás que llegar ;)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJajaja, me da gusto que llega tu buen humor. Adelante mi Nuri.
ResponderEliminarNota borré el comentario anterior por que me traicionó el inconsciente. Tu asidua lectora