Manejando camino a casa, me pregunté si es que el motivo por el que decidí parar un tiempo de expresarme de esta manera, era razón suficiente. La conclusión fue: no; no es parte de mi naturaleza moverme por la inercia del compromiso, dejar que algo me afecte tanto como para ir en contra de lo que creo. Quizá sólo soy necia. Al final de cuentas aquí estoy de nuevo, con la necesidad de plasmar cosas que mi boca no sabe articular pero mis dedos logran de alguna manera transmitir.
Aun tengo frio, no del tipo que se quita con una cobija o estando bajo el sol. Es un frio que va y viene, que si bien no es paralizante y me permite sonreír de verdad, también comienza a ser una sensación constante, que parece no querer irse del todo. Paciencia. Tiempo. Eventualmente dejará de representar un problema.
Me gusta la idea romántica del destino, creer que las personas aparecen y desaparecen con algún fin en la vida. Que hay un camino marcado para cada persona lleno de propósitos que en algún momento se deberán descubrir. Pero por más seductor que me resulte este concepto, parte de mi prefiere creer que si bien hay un destino, debe tener bifurcaciones y yo soy quien elige cuál camino tomar y de esta manera a terminar de delinear las líneas punteadas. Por primera vez en mi vida creo en la fuerza que hay en mi para tomar decisiones, por primera vez siento como mi corazón y mi cerebro se comunican y aunque jamás coinciden, estamos aprendiendo a escucharnos y a decidir de manera menos visceral, mas consciente. Y ello me genera paz, tranquilidad, estabilidad, que permite disipar poco a poco el frio.
Ver las cosas desde otros ángulos; detenerme, pensar y luego actuar; cambiar la forma en la que normalmente haría algo, comienza a tener resultados. No va a ser un camino fácil ni rápido, pero mientras mis latidos acepten de vez en cuando acelerarse y aprendan también relajarse, creo que todo estará bien y el calor que me empieza a envolver ya no se irá.
Buenas noches.
Nuria
A mí Matrix me enseñó que las coincidencias no existen, que hay causas y efectos. Y como dice Joan, a quien respeto y admiro mucho, si un día siente frío tu corazón recuerda mujer que alguien te ama.
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