¿Desde cuándo desayuno avena con leche light porque hoy es lunes y entre semana no debo desayunar gordo? ¿Desde cuándo consumo proteína en polvo para balancear mi alimentación porque no hago la cantidad correcta de comidas al día? ¿Desde cuándo tomo glucosamina para mis articulaciones porque es probable que terminen en desgaste mayor de lo que deberían? ¿Desde cuándo uso exfoliantes todos los días y jabón especial para rostro? ¿Desde cuándo mi cabello recibe tratamientos para tener brillo y DETENER mi caída extrema? ¿Desde cuándo limpio mi cara con leche de arroz para humectarla? ¿Desde cuándo el sol me provoca quemaduras de segundo grado y deja mi piel con manchas y pecas? ¿Desde cuándo no ir al gimnasio me provoca culpa? ¿Desde cuándo una noche de fiesta me tumba dos días en cama? ¿Desde cuándo empecé a encariñarme con mis ojeras? ¿Desde cuándo los tacos me hacen daño porque tienen mucha grasa? ¿Desde cuándo prefiero estar en mi casa viendo un partido de americano tranquilamente o ir al cine cuando puedo ir por una cerveza? ¿Desde cuándo me perturba el atuendo de las niñas en el Corona Capital? ¿Desde cuándo la ginebra me provoca agruras? ¿¿¿Desde cuándo me dan agruras???... ¿Soy la única la que está pasando por estas situaciones?
¿Serán signos de la edad? Evidentemente nada de lo que me he cuestionado anteriormente son acciones malas, al contrario, todo va enfocado a sentirme mejor, a verme mejor, a no hacer tantas pendejadas como las hacía cuando salia. No sé. La verdad es que nunca me he visto como una persona mayor, porque normalmente estoy rodeada de gente más grande que yo. Suelo ser la "chiquita", además de que por mi personalidad, la gente tiende a cuidarme. Me gusta pensar que porque me quieren muchísimo y no precisamente porque encuentran fallas en mi sistema de vida, pero no ahondaré en el tema. Entonces si no soy mayor, ni me siento mayor ¿WTF conmigo?.
Les mando un poco de ayuda visual, en este momento estoy sentada en mi cama, con la cama evidentemente tendida ya, porque desperté a las 8:45 en lunes de puente, preocupada porque no fui a mi entrenamiento de hoy, con una mascarilla de avena que comienza a secarse y a jalar mi piel (lo cual me deja máximo 15 minutos más de tiempo para terminar de quemarme públicamente), pensando si debería poner o no pepinos en mis ojos para las terribles ojeras que JAMÁS desaparecen ya...
No es que todo este embrollo de la madurez me esté causando conflicto, he repetido en diversas ocasiones que ahora me caigo mejor, que me gusta más la persona que soy hoy, que me siento cómoda con mi piel actual aunque al sol le guste dejarme marcas, aunque las ligas del entrenamiento me saquen moretones en los brazos y la cuerda me deje de recuerdo los latigazos. Simplemente me sorprende que ahora hago cosas que jamás pensé iba a hacer. La realidad es que si no soy tan ruda como a veces creería, tampoco jamás me imaginé siendo señora de mascarillas, de pronto ni señora me imaginé. Pero heme aquí, divorciada y con una muñeca hermosa que le gusta llamarme "mamá", viviendo "sola" desde hace casi 5 años y tratando de encaminarme al bien comiendo mejor y cuidándome más, aunque las probabilidades dijeran lo contrario.
Es más, ahora que lo pienso, mis amigas y yo jamás fuimos de pijamadas con barnices y mascarillas y hablar de quién nos gustaba como en película gringa, nosotras bailábamos: cadera, cadera, pelazo en círculo (baile que jamás logré muy a pesar de los millones de intentos de Mema) o a dominar la quebradita con cargadas, situación que también terminaba en muchos golpes frente a los ventanales de casa de los papás de Mansi; nos poníamos guantes y boxeábamos hasta que alguna conseguía parar a las otras dos porque ninguna es precisamente de mecha larga; o de plano nos subíamos a "asolear" a su azotea esperando que no hubiera albañiles que nos alcanzaran a ver. Dominamos el arte de los shots, mismos que ahora no puedo ver ni en pintura o me provocan un ardor extremo que me impide llegar directo a dormir y me obligan a tomar dos alka seltzer para no tener que dormir sentada... Me pregunto de qué hablaríamos si tuviéramos una sesión de mascarillas a nuestros ahora casi 30 años. O a nuestros 50, u 80.
Así que ¿desde cuándo? no lo sé, pero esta es la nueva yo y me sigo descubriendo y sorprendiendo, y como esto es terapia para mi, creí importante compartir esta nueva faceta.
Comienzo a divagar así que me voy. Y como me dijeron hoy: trust me, as you get to know me... I just get weirder.
Buena tarde,
Nuria.