Después de leer y re leer las entradas pasadas y darme cuenta que los tres escritos anteriores me hacen quedar como esquizoide a punto del suicidio, había decidido no escribir nada si no tenía algún matiz de felicidad o tranquilidad; de ahí que tardara tanto en volverlo a hacer, y aunque no es justificación, de verdad no había tenido nada agradable que decir, hasta ayer, que un suceso mínimo y por demás trivial hizo que mi día empezara con el pie correcto.
Me levanté como todas las mañanas y me metí a bañar, cuando me di cuenta que el agua salía a temperatura bastante fría, entonces el plomero (no muy eficiente) que vive en mi ser asumió que era un problema del boiler, aparato completamente ajeno a mis conocimientos e intereses, así pues me dirigí a enfrentarlo sólo para darme cuenta de lo completamente nulos que eran mis conocimientos al respecto y lo completamente dependiente que te puedes volver de alguien cuando no tienes la necesidad ni siquiera de saber dónde se encuentran las cosas. Como sea, vencí mis demonios internos que me gritan lo consentida e inútil que soy, y me dispuse a moverle las válvulas que permiten que funcione, un par de minutos después, una servilleta quemada (porque así llegué a ver el método en casa de mis papás) y listo... Había agua caliente. ¡Pum! no soy tan inútil como pareciera. ¡Pum! Las cosas después de todo sí pueden salir bien sin necesitar que alguien más las haga por mi. Todo gracias al boiler. Y aunque tuve una derrota con un frasco de tylenol que no logré abrir, porque como todo "abre fácil" no se abre precisamente fácil, el boiler me dio bastante esperanza.
Y hoy ha sido un día refrescantemente agradable. Como casi cada fin de semana desde que Emilia nació y yo me salí de mi casa, fui a casa de mis papás a que convivieran con su nieta por la cual se desviven. Para empezar, un día no puede ser malo cuando hay mole de olla de mi madre de por medio. Aun sin mucha sal, es mi platillo preferido y me trae todo el confort que traen los papas cuando estás con ellos. Sólo una mamá o un papá saben como hacerte sentir de 6 años de nuevo y que nada malo en este mundo te puede suceder si están cerca. Y por otro lado y como siempre que ha sucedido cuando mi papá decide tomar el micrófono en una reunión, me hizo darme cuenta de dos cosas: la primera, lo afortunada que soy de tener una figura de admiración tan inteligente como es él. No es exageración cuando digo que es una de las personas más inteligentes e interesantes que conozco, siempre tiene una respuesta, una teoría, una hipótesis que podrían hacer dudar hasta al más necio de los eruditos. No por nada es la única persona en el mundo que me hace llorar sólo con una pregunta, con llegar a un lugar, con unas palabras.
Y la segunda cosa es que estoy muy orgullosa de lo que he pasado y logrado para que mi bebé tenga todo lo que tiene, que poco o mucho ha sido a base de esfuerzo de su papá y mío que no hacemos más que vivir y pensar por ella, por su futuro, por su presente. Para que tenga cosas, situaciones que ni su papá ni yo tuvimos cuando éramos niños, como me di cuenta hoy que mis papás hicieron. Mi papá hablaba sobre su infancia, adolescencia, cómo crecer en una vecindad con un padre linotipista, nueve hermanos, compartir zapatos, la bendición de mi abuela al salir de la casa, frijoles y un bolillo por cabeza para la cena, camas de resortes, una televisión fuera del alcance de él y mis tíos, golpes como medio de supervivencia... conocer el mar a los 17 años en un camión de naranjas y un viaje de 18 horas a Acapulco y demás historias que nos mantuvieron cerca de 4 horas sólo escuchando y preguntando detalles; y mientras hablaba yo no hacía mas que pensar que ojalá algún día esté a la altura de mis papás que aunque las circunstancias dictaban que su destino fuera quedarse dentro del medio dónde crecieron, no lo hicieron y jamás permitieron que las situaciones por las que pasaron los definieran y los estancaran, si no al contrario, los hizo darse cuenta que hay más cosas por ofrecer, por ver, por enseñarle a mi hermana y a mi... Lo cual me da otro empujón más para querer hacer muchas cosas por mi, por Emilia... y aunque la mayoría de las cosas que contó hoy mi papá ya las sabía, mi manera de percibirlo fue completamente diferente a otras veces. Hoy sólo le puedo agradecer porque sin darse cuenta me dio ánimo e hizo que mi admiración y respeto por él y por mi mamá incrementaran muchísimo, como si eso fuera tarea fácil.
En general han sido muy buenos días y así será de aquí en adelante, todo es cuestión de decidir con qué actitud enfrentar lo que se ponga en frente.
Buenos días.
Nuria
Una de las tareas de los padres es poner el pecho a las balas, otra es crear vino donde solo hay agua, en fin, son héroes, no fantásticos ni imaginarios, son de carne y hueso, han vivido y sobrevivido mientras nosotros estiramos la mano. Ojalá algún día tengamos la mitad de fuerza que tuvieron ellos a la mitad del camino con la mitad de recursos. Invita al mole de olla (veremos si sabe bien sin grasa) y keep up the good work.
ResponderEliminarNo sabía como empezar un escrito de admiración hacia tu persona ah está hora de la madrugada.Y es de eso de lo que te voy a hablar en este escrito, de lo que pienso de ti y de lo que he visto en estos meses, y así empezaré:
ResponderEliminarEres una gran persona, eso no lo dudes nunca y tenlo siempre presente, eres sincera en un mundo donde la falsedad lo embriaga todo,eres legal y lo demuestras cada día,eres una mujer que dices lo que piensas y no dejas duda alguna de lo que crees. Respetas a la gente tal como son, he llegado a ver en ti, un sólido sentido interno de la realidad que hace mantener tu temperamento bajo control, he llegado a ver a la mujer en la que un día te convertirás,he llegado a ver esa niña de ojos tiernos que se esconde detrás de tu cortina, y he llegado a ver que mereces muchísimo, y ser feliz. Quiero que a partir de este momento seas mas feliz aun, quiero que a partir de este día, cada día que te levantes a bañar, te mires al espejo y te digas: Hoy será un gran día y no dejaré que nadie me lo estropee. Quiero que empieces a pensar más en Emilia y en ti misma, que hagas lo que quieras, cuando y donde quieras.
Tus padres deben estar orgullosos de ti.!
Espero leer pronto tú siguiente escrito .
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