sábado, 12 de octubre de 2013

"... Pero querías novia bonita ¿no?"

"Eres como un vato más" palabras inmortales de Enrique. Palabras que no salen de mi cabeza desde hace un par de días. En su defensa quiso alegar que se refería a que se siente en la confianza para decirme cosas que no a cualquier mujer le diría. Dudo tuviera mala intención. Pero me pregunto si esa es la impresión que doy porque desde hace un par de semanas, he escuchado en varias ocasiones que tengo más testículos de lo que me gustaría admitir.

"Machorra" es otra de las palabras que últimamente figuran mucho en mi vocabulario. Tampoco estoy segura de ser feliz escuchando que soy machorra, sólo por el hecho de no ser precisamente delicada. Aunque delicada para quién, si me preguntan no soy precisamente una mujer de rosas, pero claro que me gustan los detalles, las atenciones, mujer que diga que no le gusta que le pongan atención... miente. Si bien es cierto que no soy de peluches y chocolates, y acepte que no me molestaría nada que un día el detalle consistiera en tacos de tripa súper dorada y picada con dos salsas mucho limón y una bohemia oscura... no me hace machorra o ¿si?. Soy perfectamente capaz de andar un día completo en tacones y falda incluida la natación de Emilia con todo y sus negativas a salir de la alberca, a meterse a bañar, a cenar... quizá no lo haría perfectamente maquillada y peinada, pero mi papá dice que las niñas bonitas sólo se necesitan bañar y no sólo le creo... dudo que cualquier persona lograra hacerlo.  

Pareciera que estoy justificando mi forma de ser, pero no... soy muy partidaria de la idea de que si algo no te gusta no lo hagas, si te molesta mi forma de ser, no convivas; si no te gusta como me visto, no me veas... es fácil, a veces creo nos esforzamos más por complicarnos la vida que en realidad por disfrutar. Y más que justificación, sólo comparto mi preocupación por esto de no ser tan princesa y más preocupación por no estar segura que me perturbe del todo no serlo. Me gusta ser yo al final del día y seguro que hay gente que le gusta como soy. 

Sería una larga entrada si hablara de cada una de las personas que han marcado mi forma de ser amorosamente hablando (quizá algún día les dedique una entrada a cada uno, aunque no sé si les daría gusto leer lo que tengo que decir). Sólo diré que no puedo quejarme, la verdad es que a su manera todos me quisieron por lo menos en algún momento mucho y lo que sí es que cada uno me fue dando más fuerza y más autoestima para saber marcar límites en cuánto qué puedo tolerar y qué definitivamente no, qué es lo que quiero cerca de mi y qué quiero yo como persona. Sería excesivamente fácil culparlos y decir que cada uno me fue rompiendo el corazón poco a poco y me hice "ruda". Se tira al suelo con música de violines de fondo. Pero la verdad es que no lo soy, nada si me apuran,  de hecho no fui la única que salió perdiendo, sólo soy muy calzonuda y orgullosa y quizá eso provoque dar una apariencia no tan frágil por decirlo de alguna manera... pero insisto que aunque no me vista de rosa todos los días no quiere decir que no me sepa los diálogos de la Bella Durmiente.

Es como acordarse de la primera vez que me besaron, hace 14 años (ouch) situación más bizarra cuando no tienes la más mínima experiencia al respecto, como toda primera vez es un cúmulo de emociones y sensaciones que jamás esperas. Eso unido al hecho de que fue una experiencia extrema porque mi compañero de fechoría decidió prudente llamar mi atención acostándose a mitad de unas vías de tren, con el tren acercándose a nosotros generándome más angustia que admiración... hicieron que la situación se tornara más interesante. Evidentemente lo mejor de todo no fue el beso en sí, porque como muchas veces en mi vida yo no tenía idea de lo que hacía, me angustiaba más el hecho de tener brackets y tratar de no lacerarle la boca, como sucedía con mis cachetes, que si quiera considerar hacerlo bien. Lo mejor de la situación fue que después de besarme me agarraron de la mano para caminar hacia mi casa y esa sensación de bienestar y de amor por alguien que no era parte de mi familia, me acompañaron por el resto de mi vida y ese fue mi parte aguas hasta hoy. No recuerdo exactamente el beso, pero si el calor de su mano y que ahí entendí que ya nunca iba a volver a ser igual.
 
No sé, menuda complicación escribir de uno mismo sin que suene ni a presunción ni a menosprecio. Con el tiempo irá saliendo mi verdadero yo y se darán cuenta que he cambiado mucho desde ese primer beso hasta mi "machorrez" actual... aunque en esencia siempre voy a ser la niña tierna gordita que le gusta sonreír, cantar, mojarse en la lluvia, los abrazos y decir te quiero. 

Buenos días.
Nuria

4 comentarios:

  1. Hay cuentos de princesas que no necesariamente son dulces y tiernas... tú eres como la princesa Mérida (de Valiente) tierna, encantadora, dulce pero sobre todo fuerte decidida y congruente con lo que piensa, dice y hace. Y como ella a veces les causa problemas a los demás... pero no importa en la medida que te ames los que están a tu alrededor te amararán tal como eres.
    Es un placer leerte nuevamente. Tu ávida lectora.

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  2. Estoy de acuerdo con tu mama, para ser princesa no se necesita una corona, se necesita mas bien la fuerza y seguridad en uno mismo al saber que serás una líder o un ejemplo para muchas otras mujeres que añoran un trono.
    Personalmente eres de las mujeres mas femeninas y bonitas (interior y exteriormente) que conozco, si, con todo y taco de tripa dorada y tu caguama en mano, tienes una energía muy única, probablemente eso es lo que hace que las personas (hombres o mujeres) se sientan con la confianza de abrir sus mas grandes o vergonzosos secretos.
    Nunca olvidaré un día que nos callaste la boca a tu hermana y a mi que sufríamos como Precious xq alguien nos rompió el corazón! Siendo mas pequeña que nosotras nos dijiste las palabras que necesitábamos escuchar y no las que "queríamos" escuchar.
    Claro que eres y serás siempre una princesa ...

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  3. Mujer bonita, es la que trasciende de las outopias de la vida, y lucha contra todas las barreras de cualquier sistema que le impida cumplir sus sueños, porque la mujer atractiva, es la que enamora con su inteligencia, la que seduce con sus pensamientos, la que cautiva con sus ideas, la que exita con su rebeldia, la que convierte su alma en un arma y su cuerpo en una maquina y hace de su vida una revolucion individual y autonoma, manejando y manipulando su existencia, porque la mujer seductora es la que irradia coraje, emite valor y emana osadía; haciendo de su día a día un contexto de arrojo y agallas, convirtiendose es mas que una mujer, en una gerrera, porque la mujer encantadora es la que lucha sin parar la que cae y se levanta, la que llora de alegria, la que corre sin cesar , la que grita al horizonte, porque la mujer facinante es la que co virtiendo su vida en un devenir de sentimientos y emociones de latidos y sonrisas de coraje y de belleza; porque la mujer maravillosa es la que vive y muere por sus sueños.

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